Del boceto a la obra, lleno de propósito. Cada detalle está hecho con amor por la causa de Lizza.
Llevo un año viviendo en Ocala, Florida, conocida como "la Capital Mundial del Caballo". Desde que llegué, lo que más me ha fascinado son las increíbles estatuas de caballos a tamaño real intervenidas por artistas, que decoran toda la ciudad con una variedad de motivos únicos.
Inspirado por esta galería de arte urbano, me propuse un reto creativo con propósito: tomar una de sus poses icónicas y reinterpretarla en 12 estilos visuales distintos. Cada una de estas piezas nace con un doble objetivo: celebrar la belleza equina y apoyar el tratamiento y recuperación de Lizza, quien enfrenta una enfermedad renal.
Utilizo ilustración digital para emular meticulosamente la textura y calidez de técnicas tradicionales, dando vida a cada obra con una personalidad única. Así nace esta, mi primera serie de ilustraciones, donde el arte se convierte en una fuerza de apoyo y esperanza.